TERCER ENCUENTRO ARTE MUJERES ECUADOR
“DESTEJER LA HISTORIA, LOS HILOS DE LA MEMORIA”
Artistas seleccionadas convocatoria Tercera edición AME: Ana Fernández, Katya Cazar, Diana Valarezo, Shirma Guayasamín, Patricia Mayer, Mariola Kwasek, Ana Vela, Andrea Vivi Ramírez, Clío Bravo, Deborah Morillo, Diana Escobar, Diana Gardeneira, Gabriela Bernal, Gabriela Egües, Gabriela Paredes, Gabriela Zumba, Isabel Llaguno, Josselyn Cabezas, María Belén Arellano, María Dolores Charvet, María Fernanda Murray, Paola Arevalo, Roxana Toloza, Saskya Fung Sang, Grupo de investigación: Arte, Ciudad y Sociedad (Dolores Chica, Carolina Sotomayor, Andrea Lozano, Victoria Bastidas), María Fernanda Arias, Saskia Calderón, Emilia González, Colectivo EUKARYA, Colectivo Zoila Fuente.
Artistas invitadas Tercera edición AME: Pamela Hurtado, Consuelo Crespo, Paula Barragán, Clara Hidalgo, María Salazar, Janeth Méndez, Magdalena Pino, Alexandra Kuhn (Venezuela), Isis Saz (España), Esther Aguilar (España).
Artistas y obras póstumas: Cecilia Benítez, Belén Granda.
Curadora: Leyla Dunia.
Co-curaduría, Producción y Coordinación: Colectivo La Emancipada.
Inauguración: miércoles 10 de octubre – 19h00
Lugar: Pabellones 3 y 4 - Centro de Arte Contemporáneo de Quito.
La exhibición reúne mujeres artistas de diferentes generaciones de Ecuador, España y Venezuela que han explorado el tejido como un medio artístico, y que dentro sus prácticas y procesos son conscientes de las ricas tradiciones y la historia de este lenguaje a un nivel discursivo y estético. En consecuencia, una de las herramientas conceptuales más comunes en el arte del tejido implica el tejido expandido y como este lenguaje se puede trasladar a la escultura, instalación, vídeo, performance, etc., y así, distorsionar un medio y un lenguaje apegado a los estereotipos de género y al patrimonio cultural de la identidad indígena, así como a las asociaciones del material con la domesticidad y el hogar.
La Tercera Edición del Encuentro Arte Mujeres Ecuador plantea una relación transformadora del tejido como materia simbólica que permite problematizar implicaciones sociopolíticas y cuestionar presupuestos históricos. El tejido y arte textil se constituyen entonces como un lugar de poder en tanto vehículo para el intercambio de saberes, un espacio para la dignificación del trabajo manual y un acto de resistencia en el que la misma acción de tejer se convierte en el vehículo para crear y subvertir el sentido de su propio confinamiento.
